Estaba sola "la herida", solo la luz que le ilumina cada noche permanecía junto a ella. Era oscura la noche aún, no había madrugado mucho, eran casi las 8, el otoño ya era nuestra estación y el sol salía más tarde cada día. Como cada noche desde aquel día de septiembre de 2003 cuando se inauguró este monumento, es el primer muxiano que saluda cada día a los peregrinos que se dirigen a Finisterre.
La madrugada está húmeda, hay nubosidad que puede desprender agua suave en cualquier momento. De cualquier manera la mañana es espectácular y el cuerpo a pesar de estar cansado por los dias y kmts caminados, desea ponerse en marcha.
Una última foto junto a la playa de Lourido con la Punta de Lourido y el Cabo Buitra detrás. Vamos a caminar en paralelo al oceano Atlántico, con un rumbo Sur. Nos meteremos, me introduciré por los montes, y al mar, a la mar solo la veré en algún trayecto alejada de mí, hasta que llegue a la playa de Langosteira en Finisterre.
Una última vista, fotografia a la playa de Lourido, el día ya está un poco más claro, la mar tranquila, aún permanece dormida.
Xurarantes la primer aldea que encuentro a unos 2 kmts. Salimos de ella por tramo ancho de tierra que apunta hacia una subida a monte de aucaliptos. El monte se llama Monte Facho de Lourido y tiene una altura de 280 m. recordar que venimos de 0.
La bajada del Monte nos facilita una ámplia visión de estos entornos naturales en los que no hay altos exigentes, sino pequeñas ondulaciones. La referencia de un peregrino finalizando la recta de la bajada facilita la comprensión de lo inmeso y de lo pequeño.
Morquintian, siguiente aldea situada a unos 8 kmts tiene unos vecinos particulares que disfrutan con el paso de los peregrinos.
Hay un área de paz y descanso a la salida de la aldea, una fuente y un cruceiro que cuando el camino sea inverso, con más sol y más kmts sería muy esperada y deseada, más que hoy a las 10 de la mañana y en un día encapotado.
Aquel peregrino o peregrina lleva igual ritmo que yo, ni nos acercamos ni alejamos, me aporta referencia en fotos como ésta, donde un viejo hórreo almacén del maíz que se cultiva en los amplios y verdes prados adyacentes, se convierte en protagonista.
Cerca de Lires, ecuador de esta etapa y lugar de descanso y reposo por ser el único que cuenta con Bar-Restaurante y albergue, hallamos este caserío de Vaosilveiro, habitable y con unos perros desconfiados de los peregrinos que pasamos obligados junto sus puertas.
Después dejar Lires volvemos a caminos de tierra y asfalto entre prados, cultivos de maiz y montes de pinos. Pronto nos asomamos al mar, la mar, es el punto más próximo al camino, la playa Do Rostro nos invita a tocarla, a permanecer un tiempo en ella, pero... el tiempo y los km que faltan nos disuaden. El tiempo ha cambiado, los azules sustituyen a los grises, el sol hace presencia.
Larga recta entre maizales transcurre paralela a la playa, por nivel 0 o poco más.
Mirando hacia atrás, esta bella imagen nos muestra todo lo caminado anteriormente, el bosque de pinos después de Lires, la playa, la recta...
Xurarantes la primer aldea que encuentro a unos 2 kmts. Salimos de ella por tramo ancho de tierra que apunta hacia una subida a monte de aucaliptos. El monte se llama Monte Facho de Lourido y tiene una altura de 280 m. recordar que venimos de 0.
La bajada del Monte nos facilita una ámplia visión de estos entornos naturales en los que no hay altos exigentes, sino pequeñas ondulaciones. La referencia de un peregrino finalizando la recta de la bajada facilita la comprensión de lo inmeso y de lo pequeño.
Morquintian, siguiente aldea situada a unos 8 kmts tiene unos vecinos particulares que disfrutan con el paso de los peregrinos.
Hay un área de paz y descanso a la salida de la aldea, una fuente y un cruceiro que cuando el camino sea inverso, con más sol y más kmts sería muy esperada y deseada, más que hoy a las 10 de la mañana y en un día encapotado.
Aquel peregrino o peregrina lleva igual ritmo que yo, ni nos acercamos ni alejamos, me aporta referencia en fotos como ésta, donde un viejo hórreo almacén del maíz que se cultiva en los amplios y verdes prados adyacentes, se convierte en protagonista.
Cerca de Lires, ecuador de esta etapa y lugar de descanso y reposo por ser el único que cuenta con Bar-Restaurante y albergue, hallamos este caserío de Vaosilveiro, habitable y con unos perros desconfiados de los peregrinos que pasamos obligados junto sus puertas.
Después dejar Lires volvemos a caminos de tierra y asfalto entre prados, cultivos de maiz y montes de pinos. Pronto nos asomamos al mar, la mar, es el punto más próximo al camino, la playa Do Rostro nos invita a tocarla, a permanecer un tiempo en ella, pero... el tiempo y los km que faltan nos disuaden. El tiempo ha cambiado, los azules sustituyen a los grises, el sol hace presencia.
Larga recta entre maizales transcurre paralela a la playa, por nivel 0 o poco más.
Mirando hacia atrás, esta bella imagen nos muestra todo lo caminado anteriormente, el bosque de pinos después de Lires, la playa, la recta...
Unos siete, diez kmts después y caminando por tramos por iguales o parecidas características naturales, ya estamos observando el agua de la bahía de Finisterre. Larga recta que se hace infinita cuando tienes deseos de acabar.
19´ después estoy pisando la arena de la Playa Llangosteira.
El día está cubierto, la temperatura no invita a disfrutar de la playa pero sí a pasear por ella tras un montón de km y de horas y conociendo que es el final de un largo y esperado recorrido.
En el Restaurante Tearron cumplo una vieja costumbre de comer un arroz con bogavante.
Era mi último día, solo me quedaba cumplir el viejo rito de subir al faro, en este ocasión no vería la postura del sol porque el día estaba cubierto y porque volvería a Santiago en el bus de las 7 de la tarde, dormiría allí para tomar el tren a Palencia de las 10 de la mañana.
Finalizo así un Camino que comencé en Madrid un 17 de Septiembre de 2015, finalizé una primera etapa en Sahagún un día de 29-09-15.
Lo retomé el 28 de abril de 2016 por el Camino del Salvador hasta el 2 de mayo. El 3 de mayo lo continué por el Primitivo que por lesión tuve que dejarlo en O'Cadavo, cerca de la capital de Lugo, el día 11 de mayo.
Ese mismo año, el día 16 de Septiembre volví a Lugo para continuarlo hasta la fecha de hoy en Finisterre.
En total han sido kmts:
326 en el Camino de Madrid
125 en el Camino del Salvador
444 en el Camino Primitivo, incluído el Camino a Muxia-Finisterre.
895 kilómetros.
"Llueve. Llueve como estaba escrito que llovería, como no podía ser de otra manera. Es una lluvia mansa. Cae como una manta mientras corro. He llegado al terminal que había avistado desde el alto. No puedo dejar de correr. Miro al suelo y veo cómo mis pies lo pisotean una y otra vez; veo las perneras empapadas hasta las rodillas.. Dirijo la vista al frente; veo un crucero suspendido sobre un precipicio que cae al mar; veo un mojón blanco e impoluto. Todo está mojado. Mis pies no pueden dejar de moverse en la lluvia que me empaña los ojos. Veo el faro; lo tengo ante mi. Llueve y no hay nadie. Soy puro sentimiento. No puedo avanzar más, la tierra se acaba, el camino se termina. Estoy en el fin del mundo. Una superficie plateada y lisa satura todo mi campo de visión. La lluvia moja el mar y lo une a un cielo a punto de desplomarse. Veo un navio que surca las aguas, no tiene bandera y navega libre. Deja una estela blanca. Se ve minúsculo y frágil en el océano inconmesurable. Parace titubear un instante pero enseguida endereza el rumbo y apunta decidido hacia Poniente."
EL GRAN CAMINANTE.
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