A pesar de las amenazas previas de uno del grupo de vascos, no hubo ronquidos, al menos yo no los escuché. Estos se levantaron muy pronto, a las 5,30 h., quedamos el resto, entre ellos Francisco , el catalán, con quien compartí algunas horas de otras etapas, especialmente la de Grandas, y una joven lituana que ese día durmió en la litera de al lado y volví a reencontrar en otras etapas; del resto no tengo recuerdo. El día amanece con algo de niebla, ambiente húmedo.
Inicialmente hay que volver a reandar todo el camino del pueblo de San Juán, son unos cuantos metros hasta encontrar la vía de ascenso a El Fresno.
La vía nos lleva por duras rampas hasta la cota donde está situado el Santuario de la Virgen del Fresno, que vemos a la dcha., no pasamos junto a él.
El descenso por vía regala una gran panorámica con el núcleo de San Marcelo, abriendo paso a una sucesión de valles y colinas. San Marcelo es una villa muy pequeña, situada en un valle que atrae construcciones nuevas para descansos vacacionales.
Salimos de San Marcelo por un prado de manzanos y nos introducimos en una senda oscura y húmeda por la abundante vegetación.
Pronto llegamos a Santa Eulalia de las Dorigas, aldea muy pequeña aunque con una gran iglesia de estilo pre-románico, cerrada, no hay nadie, dispone de amplio y protector atrio.
Bajamos hasta el valle, allí encontramos el Narcea, el afluente importante del Nalón, río de salmón. Antes hay que cruzar por el trazado de la autovía a Oviedo en construcción y pronto surgen las escenas de los pilares para salvar la depresión del valle, rio y próxima villa de Cornellana.
Por una vía abrupta y resbaladiza descendemos al valle, cruzamos el Rio Narcea para entrar en la localidad del Concejo de Salas.
Cornellana es una localidad con menos de 1000 habitantes, se fundó en torno a la presencia del Monasterio de San Salvador.
Monasterio de San Salvador
A partir de aquí la etapa es más tranquila, después de un largo llano encontramos una fuente la de Santiago creo que se llama, donde el agua fresca, más bien helada, ayuda a la circulación y recuperación de la energía de los pies cansados.
Continuamos por terreno ondulado que permite la alternancia de senderos de bosque, tramos de asfalto, algunas construcciones de pequeñas aldeas que atravesamos, la omnipresencia de hórreos y maizales de extensiones variadas.
La presencia de Salas se agradece al menos mi cuerpo lo agradece, tenía ganas de llegar. Salas es capital del concejo de mismo nombre.
Me albergo en el privado Albergue La Campa. Somos tres, un alemán, un valenciano y yo. Miguel me pregunta si quiero comer en abundancia o comer bien y algo más selecto, por el mismo precio. En función de la respuesta me recomienda el Pachón (por todos recomendado) o el Hotel Valdes Salas.
Elijo este último, estoy solo , dispone de un bonito y acogedor patio interior donde disfruto del tiempo para pensar junto un buen café y cigarro. Hago un selfie para inmortalizar este momento.
Video fotográfico de la Etapa 2
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