miércoles, 11 de mayo de 2016

Camino a Finisterre - Muxia : Negreira a Logoso - 37 km (22-09-16)

La salida del pueblo de Negreira es lo más atractivo culturalmente. El Pazo de Cotón, privado,  fortaleza de inicio medieval reformado en el siglo XVII. En diciembre del año 2015 apareció una noticia en La Voz de Galicia que decía los propietarios lo vendían por 3 millones de €.




Después de pasar bajo los arcos del Pazo hallamos en una pequeña plaza el monumento al emigrante. Sobrecogedoras imágenes en bronce que expresa la tragedia de este pueblo gallego en toda su historia como fue la emigración. Firmeza en el padre a marchar para alimentar la familia, resignación y tristeza en la cara de la madre, inocencia en la del bebé y desesperación en el niño mayor que agarrando el pantalón del padre grita que no se marche.
Etapa larga, mejor dicho la hice muy larga, por una de las cuestiones, hechos que surgen en el Camino. En mi primer Camino del año 13 terminé esta etapa en Santa Mariña, a 22 km, recuerdo que llegué derrotado. Este año tenía el mismo pensamiento de finalizar aquí. 
Ocurrió que poco antes de llegar al destino inicial observé desde el puente sobre un pequeño rio, arroyo, unas aguas transparentes y seductoras para mis cansados pies. Vi una piedra sobra la cual asentar bien mi trasero y para allí me fuí, descalcé y metí en el agua los pies. Fria y agradable resultó el agua. Pasaba ésta, pasaban peregrinos sobre el puente y pasaban los minutos, hasta 30, cuando salí del agua. Calcé las botas y un inmeso dolor sentí en los piés, fue la reacción de la sangre. Pasado el dolor tuve la sensación contraria, la de placer que extendió al cuerpo y dotó de una fuerza que había perdido en los km previos.
Aguas del Rio Maroñas
Con dudas me acerqué hasta el albergue de Santa Mariña. La energía que había recuperado el cuerpo me animaba a continuar por lo cual decidí sumar más energía y continuar. Los huevos con patatas fritas, un manjar para el gusto, fue el combustible elegido y junto el tiempo de descanso la suma necesaria para seguir hasta Olveiroa, unos 13 km más.
 El terreno no era muy accidentado y el clima era agradable. 
Mientras caminaba me chateé durante mucho tiempo con un peregrino amigo que estaba a miles de km, más allá del charco, en Méjico, hablando de la situación social de aquel pais. Uno de mis hijos iría allí en el mes de Noviembre y me preocupaba la situación de inestabilidad e inseguridad.
Me gustan los cementerios gallegos, con sus nichos, cruceiros, iglesias en el interior.

 A 3,4 km de Olveiroa cruzamos el municipio de San Cristovo de Corzón, la carretera, el Camino, está junto el cementerio, en un plano elevado que permite su plena observación. Dudo que uno solo de los miles de peregrinos que por aquí pasaron no hicieran una fotografia. Esta de abajo que hice la primera vez que pasé por aquí, el 13-10-13, permite ver mejor el espacio y llama la atención la separación de la espadaña del edificio de la iglesia. El cruceiro brilla siempre en el centro de la escena.
Alrededor de las 15 horas salí de Santa Mariña, eran las 18 h. cuando estaba entrando en Olveiroa. Esta población no me gusta, no me atrae, a pesar de ser una de las más pobladas en el trayecto de Santiago a la costa. Por esto y porque quiero hacer más km para llegar mañana a Muxia son darme otra paliza, decido continuar hasta Logoso.
Olveiroa
A la salida de Olveiroa el hito nos recuerda que faltan 34,5 km a Finisterre. A Muxia son 32,5. Por esto es bueno hacer hoy y ahora quitar los 3,4 km que hay hasta Logoso.
En este horario de las 18 horas lo habitual es que no se encuentren peregrinos en el Camino, ya todos deben estar en los albergues, duchados y descansando, esperando la cena para después dormir.
En este tiempo de septiembre y primeros dias de octubre la afluencia de peregrinos es alta, por ello que antes de ponerme en camino a Logoso me aseguré tener plaza en el albergue de la localidad. Me lo confirmaron.
Estos 3.400 metros es un espacio verde de monte a través de camino ancho y bien marcado. El camino se hace entre elementos productores de energías limpias como son los eólicos en las crestas del monte y el agua embalsada del Rio Xallas que al llegar a Ezaro y antes de verter el agua en la bahía que desemboca en la mar pasa una gran parte del caudal por las turbinas de la central hidroeléctrica de esa localidad para generar electricidad. Otra parte del caudal discurre por su cauce natural  provocando el Salto o Fervenza de Ezaro, que es un lugar muy visitado y admirado por su belleza.
La alargada sombra muestra la altura del sol, la caída del día. Son casi las 19 horas cuando llego al albergue. Este es el primer edificio del pueblo entrando por la vía del Camino. El albergue está lleno. Me toca una de las literas que nadie quiere, la de arriba. Lo siento pero no queda otra solución. Estas son incómodas, tienes tu mochila y resto de avituallamiento más alejado de tu mano y pueden ser hasta peligrosas para bajar especialmente en la oscuridad de la noche cuando la vejiga se llena.
Tuve tiempo justo para ducha, limpieza de ropa y cenar. Mañana tenía 29 km por delante y al cuerpo había que darle descanso. El cuerpo se recupera aunque no duerma.

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