Confiaba que el descanso y la pomadas antiflamatorias hicieran desaparecer o calmar la inflamación. El día 10 fue un tiempo de descanso, pequeños paseos por el pueblo, vinitos ribeiros, pulpo y hablar con los lugareños; siempre toca el pasado, el presente y el futuro de estos pueblos grandes todavía hoy, pero que lo fueron más y mucho en tiempos pasados.
Preciosa vista desde Fonsagrada.
Comer y beber es otro de los atractivos de estas tierras, una tentación poco resistible.
Un día de descanso y una pierna que no mostraba dolencias me animaba a ponerme en el Camino. Además... el día era espectacular por la luz y la claridad que tenía la mañana en sus primeras horas. La foto de abajo muestra que el sol está aún bajo, son las 7,30 h.
Las referencias de esta etapa son tres: el alto de Montouto donde están las ruinas de un viejo hospital, la bajada a Paradavella y la subida a A Lastra por la conocida cuesta de el Sapo.
Hasta el alto de Montouto son unos 7 kmts. por tierra, campiñas, sendas suaves, a la vera de casas y campos de pasto y de labor agrícola. Es un auténtico placer caminar deleitando la vista y el "alma" con los regalos visuales de la naturaleza, las puestas de escena con los contrastes de luces y sombras en paralelo con los tonos de colores que crea la luz solar. Mejor que las palabras dejo que hablen las fotografias.
Entorno bucólico donde se respira una agradable sensación de soledad. En el collado, 1.023 metros, hay una larga hilera de aereogeneradores, parecen gigantes protectores del entorno histórico.
Allí se pueden apreciar los restos de un antiguo hospital para peregrinos, "en la montaña de Montouto se halla un hospital en el camino de los peregrinos que van a Santiago, y en tierra despoblada donde perecían los pobres de frio y nieve", así escribe Juan Uria en Las peregrinaciones a Santiago de Compostela.
A mano dcha de la subida al collado hay una pequeña capilla.
Iniciamos la bajada por la vertiente opuesta. Hay un gran desnivel, en 3,5 kmts descendemos 300 metros.
Esta vertiente es igualmente hermosa que la anterior, no me resisto a hacer alguna fotografía. Pero.... con la bajada vuelven las molestias en la pierna, me había olvidado de ella. Me toco y masajeo los tibiales delanteros; cambia mi estado de ánimo.
De pronto aparecen casas, será Paradavella, y un Bar al final de la bajada, en la misma senda, preparado para facilitar a los peregrinos bocadillos y bebida. No se escapa ni uno sin entrar. Es lo único que hemos visto desde que salimos de Fonsagrada.
Descansados y con "gasolina" reanudamos la marcha. El descanso ha parado el dolor pero tengo la pierna más hinchada, estoy preocupado. Estamos ya tan acostumbrados a la luminosidad del día, a los colores y a los tonos, que ya reparamos menos en todo ello, pero no dejamos de capturar imágenes.
No conocía la cuesta del Sapo, no soy de los que se estudian minuciosamente la etapa, por esto se me había escapado este "batracio". Después de caminar unos 3,5 kmts por sendas y parajes ondulados, inicio un duro repecho aunque corto a juzgar por lo que la vista alcanza. Pero al llegar al punto que parecía el final, veo otro repecho igual o parecido al anterior; tomo aire y...parriba. La pierna vuelve a protestar y con fuerza, es mucho esfuerzo al que la estoy sometiendo, a todo el cuerpo, pero... ella es ahora la más frágil. No sé los repechos iguales que tuve que subir y superar, llegué muerto al final, a una carretera, a una aldea, a A Lastra.
En el pueblo había una Bar-tienda, me sirvió, "ha subido vd. la cuesta de El Sapo", me dijo la tendera, fue la primera vez que oí ese nombre, no lo voy a olvidar. En solo 1 kmt. habíamos pasado de 675 m a 820 m. de altitud. Terrible y más con la pierna lesionada. Ningún peregrino olvida esta terrible cuesta. Pero aún queda subir al alto de Fontaneira, algo más de 900 m. son cerca de 3 kmts con una pendiente más suave. Yo voy mal.
Son las 15 horas, llevo 7 horas y media en el Camino y me queda 1 hora más. Solo pienso en la pierna y en soluciones, solo encuentro una, abandonar. A dos kmts de O Cádavo hay que pasar por una ámplia llanura conocida como El Campo de Matanza, en la que históricamente la leyenda ubica el combate entre el rey de Asturias Alfonso II y los musulmanes. Durante el reinado de este rey se descubrió la tumba del apostol Santiago, año 814, comenzaron las peregrinaciones y fue este rey quien las iniciara desde la capital de su reinado, Oviedo, y por el trayecto actual conocido como el Primitivo.
Los pocos kmts que faltan me convencen de que debo abandonar, el dolor es elevado y termino los últimos kmts. cojeando.
Son las 16 horas cuando llego al albergue de O Cádavo, es el primer edificio que encuentras tras una bajada de acceso. Pregunto por horario de trenes para Palencia desde Lugo, éste está a una etapa más de camino. Tengo uno en dos horas, me viene bien, tiempo para llegar en taxi y comer allí.
Estoy en la estación y recibo una llamada de María, la italiana con quien hice El Salvador y había coincidido en Berducedo. Estaba allí en Lugo, había llegado hoy, me sacaba una etapa de ventaja. Le expliqué mi situación y nos despedimos creo para siempre y dedicamos suerte abrazos y besos.
Me voy, pero volveré en septiembre, tengo muy claro que me voy a recuperar y voy a volver para llegar a Finisterre y Muxia. ¡Hasta pronto, Lugo, volveré a pisar con las mismas botas ese andén!
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