Hoy toca etapa reina y etapa bella. La subida de El Palo (1200 m), la altura máxima de este Camino hace sentir emoción y ánimo. Habrá que hacer un esfuerzo más pero habrá compensaciones, como son la autoestima de superar una etapa fuerte y la posibilidad de presenciar un paisaje, vistas naturales que han de ser espectaculares.
(Vista desde el puerto del Palo. Por Montefurado hemos de pasar)
Me quedaré en Berducedo en lugar de en La Mesa. Aquí hay más albergues y sitios donde poder cenar, uno pero en el otro ninguno.
El perfil de la etapa muestra claramente como son los primeros 8 kmts. hasta el Palo siempre "parriba".
Solo los metros finales, 300 m., cuando ya la masa forestal desaparece y las sendas son pedregosas, el desnivel es más fuerte y hay que apretar más los dientes.
Antes, el camino es por un valle estrecho por donde discurren las jóvenes aguas del Nisón y solo hay un color, el verde, y un sonido, el murmullo de las jóvenes aguas del río.
Las esquilas del ganado doméstico son también uno de los sonidos del bosque.
En la medida que la ascensión es mayor va creciendo la luminosidad, la masa forestal se va reduciendo.
Hasta terminar por desaparecer en la cumbre del Palo.
Allí convergen los peregrinos que desde Borres vienen por Hospitales, caminando por altitudes próximas a los 1.000 m. ahorrándose bajar a Pola y subir al Palo, una camino solo recomendado si hay buen tiempo.
Cambiamos de cara, del sureste al noroeste y las vistas son más amplias y espectaculares.
En esta bajada comienzo a tener síntomas de dolor en los tibiales delanteros de la pierna dcha.. Inicialmente no me preocupan, pero sí cuando crecen. Abajo de Montefurado, cuando el Camino vuelve a cruzarse con la AS-14, aprovecho un cómodo asiento para descansar y masajear la pierna. Me alivia y disminuye la intensidad del dolor.
Montefurado es una aldea con casas de piedra y pizarra, donde solo una vivienda parece habitada. Hay animales domésticos.
Montefurado está a 1000 m. de altitud. Por las laderas de los montes contiguos descendemos hasta 900 m. y en esa altitud permanecemos hasta llegar a Berducedo.
Me alojo en el albergue privado de Camín antiguo. Estoy solo, tras la labores habituales de ducha y limpieza, me acuesto hasta la hora de la cena en el Bar del pueblo. Estoy dormido y una voz me despierta, es una mujer que ha entrado en el albergue y llama a la propietaria, la conozco, hace 5 días que no la escucho, es la de María, la italiana con quien hice el Camino del Salvador. ¡Qué sorpresa y casualidad volver a coincidir!. Son las cosas del destino.
Video fotográfico de la Etapa 5
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